La decisión ya estaba tomada y la cita ya no se hacia esperar.
Despues de haberle pedido informes y de concretar nuestro encuentro no me quedo más remedio que llegar a su habitación lo más pronto posible. Conocia la zona puesto que en el pasado ya habia visitado el hotel la escuelita solo que en aquella ocasión me habia cojido a Mirna.
Al llegar con ella y llamar a su puerta me invito a pasar, a primera vista no parecia nada del otro mundo, una mujer madurita, chaparrita, con cabello teñido de rubio y de piel blanca; esto ultimo fue lo primero que me agrado en una primera impresión. Intercambiamos pocas palabras. Sobre el calor, el lugar, de como vi su anuncio y lo que me llamo la atención de el, etc.
Pasando a lo que a ambos nos interesaba pues me pidio lo de su servicio y comenzamos a quitarnos la ropa. Al quedar desnuda exhibio su hermosa piel blanca, unas tetas medianas redonditas con unos pezones paraditos y cafes claros; asi como me encantan. Nos dimos unos pequeños besos y en ocasiones su lengua recibia a la mia en el interior de su boca. Ya acostados en la cama no dudo un segundo en tomar mi verga y comenzar a jalarmela con una de sus manos mientras que yo la dedeaba a la par que mamaba sus tetas las cuales me gustaron mucho.
Ya estando ambos calientes le pedi que me mamara la verga. Sony me coloco el condon y comenzo a darme unas ricas mamadas, era toda una maestra, me la mamaba sin meter las manos, se la metia hasta el fondo y despues pasaba la punta de su lengua en mi glande. Prosegui a acostarla para metersela de mariposa. Mi verga resbalaba hacia su interior de una forma muy deliciosa. Despues la puse de lado; pasamos a una variante de cuchara (cruzada), acariciaba sus piernas y disfrutaba de tan deliciosa piel blanca; sin duda es una de las cosas que mas me gustan. Continuamos a la posición de cuchara, le lavantaba una de sus piernas y la dedeaba al mismo tiempo que se la metia, de igual forma nos dabamos unos ricos besos cuando volteaba su cara, lo mas delicioso era el como me rascaba mis huevos mientras se la metia. Estabamos tan cachondos que dimos una vuelta para quedar de perrito lazy en la cual ella quedo acostada boca abajo y yo encima de su espalda, besaba su cuello y le daba unas metidotas de verga.
—Te pones de perrito —le dije.
—Claro mi amor, quieres empinarme y metermela duro verdad.
Se puso de perrito a la orilla de la cama y yo introduje mi verga hasta el fondo de ella. No podia creer la gran vista que tenia, esa posición dejaba ver una cinturita de avispa que daba paso a unas pronunciadas caderas para rematar con unas ricas nalgotas blancas. Mi verga entraba y salia, se podia escuchar el sonido de sus nalgas rebotando en mi pelvis.
—¡ah... que rico!, asi… asi, ¡tallamela asi! —gemia Sony
—¿Te gusta mi amor? —le dije
—¡Si, metemela asi en mi panocha!
Acariciaba sus piernas, su espalda, besaba su cuello y veia como mi verga entraba y salia de ella de una forma tan deliciosa.
Tome una de sus piernas y la lleve hasta uno de mis hombros, practicamente la abri de patas en una variante de perrito, parecia como si sostubiera un arco y apuntara al blanco pero no eran más que sus piernas que quedaban bien estiradas.
—¿Quieres darme toda tu lechita mi amor? ¿Quieres darmela toda? —me pregunto
—¡Claro, acuestate encima de mi!
Me coste y Sony me monto de vaquera, sus tetas rebotaban frente a mis ojos y su panocha apretaba tan delicioso que yo descargue todo adentro de ella, nos llenamos de espasmos y gemidos y por un segundo nos quedamos quietos abrazados mutuamente como si del tronco de un árbol se tratase.
—Que rico ¿Te veniste rico?
—Claro mi amor, como no me hiba a venir bien rico si tu estas bien deliciosa —le respondi.
Recuperamos el aliento y quedamos abrazados un rato más. Me platico un poco de su vida, del como antes trabajaba en casas de citas en la CDMX hasta antes de los operativos. Ahora entendia por que cojia tan rico si alcanzo a foguearse y a obtener experiencia en esas casitas y en zonas que eran potencia en la prostitución.
Nos vestimos y nos despedimos, yo por mi parte me quedaria con una gran experiencia, habiamos cojido bien rico, sin duda jamas olvidaria el tenerla de perrito; es de esas imagenes que te quedan para el recuerdo.
